jueves, 22 de diciembre de 2011

La gente tiene cicatrices, en los sitios más inesperados. Son como mapas de nuestra vida personal. Diagramas de nuestras viejas heridas. La mayoría de las heridas se curan y no dejan nada más atrás que una cicatriz, pero algunas no, algunas heridas las llevamos con nosotros siempre a todos lados y, aunque el corte hace tiempo que se hizo, el dolor aún aguanta.
¿Cuales son peores? ¿Las heridas nuevas que son horriblemente dolorosas o las viejas que se deberían de haber curado hace años y nunca lo hicieron?Quizá las viejas heridas nos enseñen algo. Nos recuerdan dónde hemos estado, lo que hemos sobrevivido. Nos dan lecciones sobre que evitar en un futuro. Eso es lo que nos gusta creer. Pero no es así como funciona, ¿cierto? Hay cosas que teneos que aprender una y otra, y otra vez...

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